La liquidez como termómetro del sistema financiero
La liquidez, entendida como la capacidad de convertir activos en efectivo sin perder valor, es el pulso que mide la salud financiera de un país. En abril de 2025, el panorama financiero ecuatoriano mostró un movimiento de liquidez de 1.256,6 millones de dólares, una disminución significativa respecto al mes anterior, que alcanzó 2.056,4 millones. Este descenso refleja tensiones y ajustes que deben ser interpretados con rigor y atención por los actores del sector privado y público.
Sectores que mueven la economía: ¿quién impulsa la liquidez?
El sector privado es el motor principal, aportando el 83,6% de la liquidez, seguido por el sector público con un 16,1%. Este desequilibrio evidencia la dependencia del sistema financiero en la actividad privada para mantener su fluidez, pero también pone en alerta sobre la estabilidad de estas fuentes en escenarios de crisis o desaceleración económica. Las operaciones de las Otras Sociedades de Depósito (OSD) son clave, contribuyendo con 1.273,7 millones, mientras que el Banco Central aporta 336,4 millones. La gestión de la liquidez es un juego de equilibrios delicados que requiere transparencia y control estricto.
Fuentes y usos: un balance que revela prioridades y riesgos
El análisis de las fuentes y usos de la liquidez revela que el aumento en captaciones del sector privado y los depósitos del Gobierno Central son las principales fuentes. En contraste, los usos se centran en el incremento del crédito al sector privado y la reducción de pasivos externos. Esta dinámica muestra una apuesta clara por el financiamiento interno, pero también una reducción en la exposición externa, posiblemente como estrategia para mitigar riesgos cambiarios y de deuda externa. No obstante, esta estrategia debe evaluarse con cautela, pues un exceso de concentración en el crédito interno puede generar vulnerabilidades ante shocks económicos internos.
Reservas internacionales: el colchón de seguridad
Las reservas internacionales alcanzaron 7.773 millones de dólares, incrementándose en 43,9 millones respecto al mes anterior. Este colchón es vital para la estabilidad macroeconómica y la confianza del mercado, cubriendo el 100% de los pasivos del primer y segundo sistema de balance del BCE. Sin embargo, la composición y el movimiento de estas reservas reflejan la complejidad y fragilidad de la economía ecuatoriana en un entorno global incierto.
Reflexión crítica para el sector empresarial
Para los negocios, este reporte es una llamada de atención y una fuente de oportunidad. La gestión de la liquidez no es solo un tema bancario; afecta la capacidad de inversión, la estabilidad financiera y la competitividad. La disminución en la liquidez disponible puede traducirse en mayores costos de financiamiento y restricciones crediticias. Por ello, es imperativo que las empresas desarrollen estrategias financieras robustas, diversifiquen fuentes de financiamiento y mantengan una gestión de riesgos proactiva.
ThinkLab Ecuador invita a los líderes empresariales a interpretar estos indicadores con una mirada crítica y estratégica, aprovechando la información para fortalecer sus operaciones y contribuir a un sistema financiero más sólido y transparente.